Director: Roman Polanski
EE.UU., 1974, 130 minutos
Chinatown (1974) de Roman Polanski |
Supongo que lo más apropiado al abordar una película de las proporciones de Chinatown (1974) sería comenzar diciendo que se trata de un emotivo homenaje al cine negro americano. Los títulos de crédito, la sugerente banda sonora de Jerry Goldsmith, los tópicos de un argumento en torno a las pesquisas de un detective privado a lo Philip Marlowe... Todo en esta película remite a un universo perfectamente conocido por el espectador, teniendo en cuenta que el Hollywood de la época dorada se encargó de explotar estos lugares comunes hasta elevarlos a la categoría de mito.
El hecho de que un polaco trotamundos se acabase haciendo cargo de la dirección fue debido a una apuesta personal del productor Robert Evans, quien consideraba que la mirada europea de Polanski contribuiría a enriquecer el resultado final con un punto de vista más de autor. Tampoco Jack Nicholson era entonces la estrella en la que llegaría a convertirse en años sucesivos, por lo que su papel de investigador envuelto en una sórdida trama de intereses económicos y familiares le vino como anillo al dedo a un actor cuyo histrionismo le aporta grandes dosis de frescura al personaje.
Sin embargo, y por más que estemos ante una producción que rendía tributo a los grandes clásicos del noir, lo cierto es que la puesta en escena ideada por Polanski a partir del magistral guion de Robert Towne responde a criterios estrictamente contemporáneos. Así pues, el objetivo de la cámara se engancha a menudo a la espalda del protagonista, mientras éste lleva a cabo sus indagaciones por la ciudad de Los Ángeles, para producir la sensación de que vemos los acontecimientos a través de los ojos de J.J. Gittes (Nicholson). Poco importa el trasfondo de corrupción que se intuye o si el personaje de Faye Dunaway responde o no al prototipo de femme fatale: aquí lo importante no radica tanto en los hechos, sino en crear una determinada atmósfera.
Por último, la presencia en el reparto de John Huston, director de la fundacional El halcón maltés (The Maltese Falcon, 1941), así como de algunas de las cintas más memorables del cine negro, no sólo respondía a la ya mencionada voluntad de homenajear al género, sino que también dio pie a una curiosa e incómoda escena con Jack Nicholson (pareja sentimental, en aquel momento, de su hija Anjelica) cuando el viejo Noah Cross (Huston) le espeta al detective de la nariz maltrecha aquello de: "Mr. Gittes...do you sleep with my daughter?" Intencionada o no, esa línea del diálogo forma parte ya del imaginario colectivo. Tanto como el enigmático título de una película que no transcurre en el barrio chino, pero que, aun así, constituye una indiscutible obra maestra.
Hola Juan!
ResponderEliminarEse plano de la navaja en la nariz de Nicholson da mucha grima...
Extraordinaria película.
Saludos!
En los extras del DVD, Polanski explica que hizo creer a Jack Nicholson que, si no se concentraba lo suficiente, podía llegar a cortarle de verdad. De ahí que la cara de angustia del actor resulte tan real.
EliminarSaludos.
Mirando atrás, sí, porque de hecho contiene muchos de los estereotipos del género, pero, en efecto, con criterios de cine actual en su momento.
ResponderEliminarAl fin y al cabo, eso es lo que hacen los grandes cineastas: inspirarse en lo clásico para crear algo que parezca nuevo.
EliminarEl título remite a una subtrama circular. Gittes tuvo algún problema en el Barrio Chino de Los Ángeles (la ciudad en expansión es casi un personaje más), y ahí es donde transcurre el trágico final. Conforme al comentario de uno de los socios del detective cuando lo aleja del escenario, Chinatown simbolizaría la corrupción generalizada que tiene al incestuoso Noah Cross como máximo exponente.
ResponderEliminarUn abrazo.
Efectivamente. De ahí también otra de las líneas célebres de la película: "As little as possible", dando a entender que lo más prudente para un agente destinado al Barrio Chino es hacer "lo menos posible".
EliminarUn abrazo.
Hola Juan!
ResponderEliminarNo he visto muchas de Polanski, otra de mis tantas deudas con el cine. Pero esta sí la vi, y en su momento me había gustado.
Con esta reseña tuya me gustaría volver a verla y prestar atención a todo eso que mencionas
Abrazos
Pues nada, Frodo, ya sabes: acá espero tus comentarios y/o reacciones cuando la hayas vuelto a ver.
EliminarAbrazos.