Título original: Flucht in die Dolomiten/Il prigioniero della montagna
Director: Luis Trenker
Alemania/Italia, 1955, 80 minutos
El prisionero de la montaña (1955) de Luis Trenker |
Quienes, como Rick Blaine en Casablanca, tengan el alemán un poco "oxidado" se van a tener que esforzar para ver sin subtítulos Flucht in die Dolomiten (1955). De todas formas, como el argumento tampoco resulta especialmente complejo, garantizamos (por propia experiencia) un seguimiento bastante preciso de los hechos en él relatados. Son, más o menos, los que a continuación se detallan:
Giovanni Testa (interpretado por Luis Trenker, también director de la cinta) es el propietario de un pequeño astillero que se encuentra al borde de la bancarrota, por lo que la relación con su mujer e hijos se ha vuelto un poco tensa. Para más inri, el padre de familia es acusado del asesinato de su propio hermano, que ha aparecido muerto en extrañas circunstancias, y se ve obligado a huir, refugiándose en una aldea al pie de los Dolomitas. Allí, además de trabajar en la construcción de una presa, mantendrá un amor platónico con la bella Graziella (Marianne Hold), hija del posadero del lugar.
Ni que decir tiene que Giovanni deberá enfrentarse a diversos inconvenientes antes de regresar a su vida anterior. Por ejemplo, a Sergio (Robert Freitag), el celoso novio de Graziella. Mientras tanto, Teresa (Yvonne Sanson), la mujer de Giovanni, se ha convertido en una especie de Penélope moderna asediada día y noche por el pertinaz Beppo (Enrico Glori), rico pretendiente que intentará salvar el astillero de la quiebra. Aunque el tal Beppo no deja de ser un infame con oscuras intenciones, de modo que Teresa lo rechaza en beneficio del inocente esposo que jamás debiera haber huido de su Ítaca particular.
Me pregunto qué pudo aportar Pasolini a un guion ambientado en idílicos valles alpinos, aparte del nombre de uno de los trabajadores de la presa, que se apellida como él. Probablemente, cabría buscar su influjo en esa puesta al día de la Odisea a la que antes aludíamos. O tal vez se trató de un mero trabajo alimenticio sin mayor trascendencia. La película, en todo caso, confirma algo que ya nos temíamos: los insulsos telefilmes germánicos con los que La 1 de TVE "ameniza" las sobremesas dominicales no nacieron por generación espontánea, sino que sus orígenes se remontan a estas perlas de los años cincuenta.
El cine alemán de posguerra buscaba, sobre todo, ocultar culpas. Esto dio origen a un tipo especial de cine que ensalzaba las tradiciones, envueltas en paisajes naturales e idílicos, aunque en medio hubiera un drama, una comedia, etc., pero todo en este entorno.
ResponderEliminarHablo en general, claro, siempre había excepciones.
Me parece una lectura bastante acertada.
EliminarHola Juan!
ResponderEliminarEl nombre de su director me sonaba y no recordaba de que, acabo de comprobar que trabajo junto a Leni Riefenstahl, he comprobado en su libro de memorias (muy recomendable) y cita a Trenker en varias ocasiones.
Vaya, pues si que viene de atrás eso de los telefilms alemanes...jeje
Saludos!
Hola, Fran: no conocía esta faceta de Trenker. Gracias por el apunte.
EliminarSaludos.