Director: Ángel del Pozo
España, 1976, 105 minutos
El alijo (1976) de Ángel del Pozo |
El término alijo suele asociarse de inmediato con el tráfico de drogas. Sin embargo, la mercancía que transportan los protagonistas de esta película son seres humanos: emigrantes clandestinos que, procedentes de Portugal, ansían llegar a Francia guiados por la expectativa de mejorar su calidad de vida. A tal efecto, viajan en el interior de un camión que transporta un cargamento de ganado ovino, camuflados entre las ovejas en condiciones verdaderamente infrahumanas. La suya será una odisea plagada de contratiempos cuyas posibles consecuencias constituyen una seria amenaza para la integridad física de los ocupantes del vehículo.
Los incentivos que estimulan a los conductores, en cambio, obedecen a motivaciones de muy diversa índole. Curro (Juan Luis Galiardo) es el típico gañán garañón: apuesto mozo siempre proclive a los escarceos carnales y sin mayor aspiración que ganar dinero fácil para después casarse con Araceli (María Casal), la hija de un tendero de Jerez de la que está enamorado.
Menos impulsivo que su socio, el veterano Paco (Fernando Sancho) es un hombre curtido en mil lides para el que ni la carretera ni el contrabando guardan secretos. Aun así, profesa ocultas creencias religiosas (en una de las escenas iniciales accede disimuladamente al interior de una iglesia para rezarle a San Cristóbal), lo cual le genera algún que otro cargo de conciencia con respecto al contenido que se esconde en la parte trasera del vehículo.
Interesante ejemplo de road movie en clave hispánica, a partir del relato homónimo de Ramón Solís, El alijo (1976) gira en torno a una temática que, por desgracia, mantiene intacta su vigencia más de cuatro décadas después de la realización de la película. Puede que haya variado la nacionalidad de los polizones o el destino final de su periplo, pero la falta de escrúpulos de quienes se lucran con el transporte ilícito de migrantes sigue siendo la misma que encarnan Mirna (Helga Liné) y el Señorito (Manolo Zarzo) en una cinta, dirigida por el también actor Ángel del Pozo bajo los auspicios de Rafael Gil, en la que tal vez no se profundiza lo suficiente en las causas que ocasionan el problema.
En efecto, un tema que, por desgracia, sigue siendo actual.
ResponderEliminarLos que hoy llegan en patera son marroquíes o subsaharianos en lugar de portugueses, sí, pero, aparte de eso, apenas ha cambiado nada.
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