Director: David Elfick
EE.UU./Australia, 1973, 78 minutos
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Crystal Voyager (1973) de David Elfick |
Interesante documental en torno al mundo del surf y, en particular, del surfista estadounidense George Greenough, quien narra los pormenores de su día a día a través de la voz en off que acompaña las imágenes. Y así, durante más de cincuenta minutos, asistimos al relato de cómo construye y da forma a sus tablas y a su propia embarcación en las costas del sur de California mientras de fondo suenan las canciones del australiano G. Wayne Thomas y su banda.
Sin embargo, Crystal Voyager (1973) da un giro en la última media hora de metraje, dejando de lado las audacias de Greenough sobre las olas para centrarse en la magnificencia submarina de las profundidades oceánicas. Con el acompañamiento musical de Pink Floyd y su mítico "Echoes", cara B del álbum Meddle (1971). Ni que decir tiene que la combinación entre imagen y sonido da como resultado una experiencia cercana a lo lisérgico, que es como debió de disfrutarse, por cierto, en su momento, cuando un público formado por fieles seguidores del conjunto liderado por Roger Waters tenía la oportunidad de disfrutar en pantalla grande de semejante espectáculo.
Conviene puntualizar que estamos hablando de una generación que ya había experimentado vivencias similares dejándose seducir por los viajes interestelares de la odisea espacial pergeñada por Kubrick en 2001 (1968). De modo que la unión de las aguas embravecidas y el rock progresivo de los Floyd, después de que un año antes hubiesen interpretado ese mismo tema en directo en las ruinas de Pompeya, perseguía provocar el mismo o parecido efecto sobre la audiencia.
A este respecto, los objetivos ojo de pez utilizados por el director David Elfick y su equipo aportan al encuadre una característica apariencia convexa no rectilínea. Lo cual, junto con la elegancia de las tomas a cámara lenta, constituye el rasgo más definitorio de un producto anterior a la existencia de los videoclips pero cuyo resultado, a grandes rasgos, vendría a ser similar. El grupo británico, de hecho, utilizó estas mismas imágenes en algunos de sus conciertos.
Muy curiosa.
ResponderEliminarPara los muy fans del surf y/o Pink Floyd.
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