domingo, 7 de julio de 2024

La gran comilona (1973)




Título original: La grande bouffe
Director: Marco Ferreri
Francia/Italia, 1973, 130 minutos

La gran comilona (1973) de Marco Ferreri


Enfrentarse a cualquier película de Marco Ferreri supone abordar la obra de un visionario. Buena prueba de ello es, sin duda, La grande bouffe (1973), uno de esos títulos míticos de la historia del cine. Y que tiene, por cierto, muchísima más enjundia aparte de la simple bacanal autodestructiva de cuatro tipos que se reúnen un fin de semana para comer hasta reventar.

Pantagruélica y desagradablemente escatológica, esta alegoría del mundo moderno, concebida hace más de medio siglo en colaboración con el no menos genial Rafael Azcona, prefigura con muchos años de antelación la cultura del empacho en la que hoy vivimos inmersos. A este respecto, los protagonistas, bautizados con los mismos nombres de pila que los actores que los interpretan, responden, además, a muy distintos perfiles, si bien todos ellos comparten un idéntico afán sibarita por la gastronomía y el sexo.



Marcello (Mastroianni) es el típico latin lover maduro, amante de las mujeres y de los coches. De ahí que aproveche sus conocimientos de mecánica, como piloto de Alitalia, para restaurar un antiguo Bugatti. Ugo (Tognazzi), en cambio, posee un restaurante y, pese a las reticencias de su desconfiada esposa, se planta en el cónclave con una variada colección de cuchillos. Michel (Piccoli) es un sofisticado productor televisivo que, sin embargo, padece molestas y continuas flatulencias. Por último, Philippe (Noiret) es un reputado jurista, pero también el más romántico del grupo...

De la relación de todos esos hombres con la comida y las mujeres, a las que tratan como meros objetos, se desprende un enorme vacío existencial, que es, por otra parte, el tema central sobre el que se sustenta la filmografía de Ferreri. Circunstancia que, en este filme en concreto, especie de orgía macabra, parece apuntar en la línea de una crítica velada contra la sociedad de consumo o, según una lectura más profunda, de la propia decadencia de la civilización occidental.



4 comentarios:

  1. Toda una metáfora de la sociedad consumista.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Que se rodase hace cincuenta años le da todavía más valor.

      Eliminar
  2. Otro título emblemático de la época. Y uno de los mejores. Sirvió para inaugurar el Cine-club de Igualada.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Vaya. A eso se le llama debutar por todo lo alto.

      Un abrazo.

      Eliminar