viernes, 19 de noviembre de 2021

El mar y el tiempo (1989)




Director: Fernando Fernán-Gómez
España, 1989, 100 minutos

El mar y el tiempo (1989) de Fernando Fernán-Gómez


A vueltas con la memoria histórica, Fernando Fernán-Gómez quiso rendir un sentido homenaje al exilio republicano mediante El mar y el tiempo (1989), adaptación de su propia novela homónima. Que ya antes, por cierto, había servido como base argumental para una serie televisiva del mismo título. Dos son las ideas en torno a las cuales se cimenta la trama: por una parte, la enorme distancia que media entre Europa y el continente americano; por otra, las tres décadas que hace que Luis (Pepe Soriano) partió rumbo a Buenos Aires. De modo que es esa ecuación, la suma entre lejanía espacial y temporal, la que dará lugar al drama de un hombre condenado a sentirse como un extraño en un Madrid que ya no es el de su mocedad.

Desventura aún más cruel, si cabe, por el hecho de que la familia del recién llegado tampoco guarda excesivo parecido con la que aquí dejó en su día: el hermano (Fernán-Gómez) se ha convertido en un individuo gris que hace ya mucho que renunció a sus ideales; la madre (Rafaela Aparicio), aquejada por los efectos de la demencia senil, ni siquiera es capaz de reconocer a su hijo, tomándolo por un cómico que quiere gastarle una broma pesada...



En cambio, el hecho de que la acción se sitúe en la primavera de 1968 permite ligar el tema del imposible retorno de Luis con los no menos quiméricos ideales de una juventud que, bajo el influjo del Mayo parisino, parece condenada a repetir los errores de la generación precedente. En todo caso, el idealismo de sus sobrinos sitúa al antiguo ácrata frente a un espejo que le devuelve la imagen de sí mismo, al cabo de treinta años, con una mezcla de sentimientos que oscilan entre el desengaño y la nostalgia.

A pesar de lo bienintencionado de su planteamiento, a propósito de un tipo que en Argentina añoraba España y en Madrid echa de menos los tangos porque "acá se oyen de otra manera", la puesta en escena incurre en el error de querer subrayar el marco histórico en el que tienen lugar los hechos por la vía fácil de hacer que suene el "La la la" de Massiel por la radio de un bar o que la troupe de jóvenes progres, guitarra en ristre, emule a Raimon entonando "Al vent" desde la terraza de un edificio. Todo lo cual, unido a la discutible banda sonora (a base de sintetizadores) de Mariano Díaz, contribuye a que el resultado final esté más cerca de un episodio de Cuéntame que no de la gran película que pudiera haber sido El mar y el tiempo.



6 comentarios:

  1. Magnífica María Asquerino, una única escena es suficiente para dar toda una lección de interpretación.

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    1. Sin duda: cuando un actor es bueno, no necesita mucho más para demostrarlo.

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  2. Supongo que no acabó de funcionar, tampoco en la taquilla.

    Un abrazo.

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    1. Probablemente porque ya soplaban otros tiempos y Fernán-Gómez, además, comenzaba a dar muestras de su propia decadencia.

      Un abrazo.

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  3. Hola Juan!
    Otra que no conocía. Me encantan los tango y esa frase me la apunto...jeje
    Saludos!

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    1. Hola, Fran:

      Como señalo en la entrada, se trata de una película un tanto fallida, pero que, aun así, parte de un material excelente.

      Los tangos, como todo lo que nos trae recuerdos de nuestra tierra, adquieren otra dimensión desde la distancia.

      Saludos.

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