Director: Fernando Fernán Gómez
España, 1964, 92 minutos
El extraño viaje (1964) de Fernán-Gómez |
Ya desde los primeros compases de la banda sonora de Cristóbal Halffter —una melodía salteada de acordes disonantes— se percibe en todo momento una nota macabra, tremendista y esperpéntica a partes iguales, que todo lo impregna. Tal vez ello explique, unido a la roña y la sordidez que se adivinan en el ambiente, ese malditismo que ha perseguido desde siempre a uno de los títulos míticos del cine español, la obra cumbre (una de ellas, por lo menos) del Fernán Gómez director.
Como si de un espejo se tratase, en el que la España rancia y cateta de la época se negó a mirarse (y de ahí la nula carrera comercial que tuvo la cinta), la película muestra una imagen descarnada de la realidad, un microcosmos pueblerino de paisanos con boina calada que babean ante las contorsiones impúdicas de la Angelines (Sara Lezana) y comadres chismosas que murmuran en los portales de un pequeño villorrio. Únicamente Fernando (Carlos Larrañaga) y Beatriz (Lina Canalejas) podrían haberse salvado de semejante miseria si la falta de escrúpulos del uno y la credulidad de la otra no se hubiesen interpuesto en su relación.
"¿A qué sabe este vino...?" |
Entre la nómina de geniales secundarios que intervienen en la trama destacan los nombres de Tota Alba, Rafaela Aparicio y Jesús Franco, quienes dan vida a los peculiares hermanos Vidal. La suya es una tragedia grotesca, marcada por el carácter despótico de la mayor (un ser adusto y despreciable que responde al nombre de Ignacia) y la candidez de los timoratos Venancio y Paquita, eternamente subordinados a la voluntad represora de doña Drácula (elocuente mote con el que algunos vecinos apodan a la solterona).
El extraño viaje, escrita por Manuel Ruiz Castillo y Pedro Beltrán a partir de una idea de Luis García Berlanga, tenía que haberse llamado inicialmente El crimen de Mazarrón, puesto que se basa en un conocido suceso de la crónica negra de aquellos años, si bien el alcalde franquista de dicha localidad murciana, hombre de orden y poco dado a las veleidades cinematográficas, acudió a las altas instancias para que censurasen lo que podía suponer una mala publicidad de cara al incipiente turismo local.
Como decía en tu anterior entrada que, por alguna razón, no ha salido publicado, Alfonso Paso, fue un dramaturgo y guionista de gran éxito durante la segunda mitad del siglo pasado. Es curioso verle como director de película.
ResponderEliminarEn cuanto a Fernán Gómez, ¿qué decir?, lo ha sido todo en el cine español.
El azar, y algún que otro problema técnico, han hecho que menciones en tu comentario a dos autores antagónicos. Yo, sin duda, me quedo con Fernán Gómez.
EliminarHola Juan!
ResponderEliminarGracias por el enlace, es imperdonable pero no la he visto.
Saludos y buen finde!
Pues estoy convencido de que te va a impactar. Ya me comentarás.
EliminarSaludos.