Director: José Luis Borau
España, 1975, 82 minutos
Furtivos (1975) de José Luis Borau |
¿Qué se pudre bajo el silencio de un bosque "en paz"? Curioso eslogan para una película, que vendría a ser algo parecido a aquello tan hamletiano de "Algo huele a podrido en Dinamarca". Porque la España del 75 no era otra cosa sino un régimen moribundo tras cuya aparente tranquilidad se intuían los abusos cometidos durante cuarenta años de dictadura militar. Furtivos, obra maestra indiscutible, fue la metáfora certera de aquel país.
Escrita en colaboración entre Manuel Gutiérrez Aragón y José Luis Borau, la cinta adquiere una dimensión que va más allá de lo estrictamente cinematográfico. Ya desde su propio título, en el que confluyen diversas acepciones del término: furtivo es Ángel el alimañero (Ovidi Montllor), lo mismo que Milagros (Alicia Sánchez), que se ha fugado del colegio de monjas en el que estaba interna; furtivo es el Cuqui (Felipe Solano), al que busca la policía, entre otras cosas, por haber matado a un hombre; furtivos son el gobernador y sus secuaces, que pasan más tiempo de cacería que ejerciendo su función pública; furtivo es hasta el cura (Ismael Merlo), que esconde las pieles de los animales cazados ilegalmente cuando los civiles entran en el bar; furtiva es, en definitiva, la relación a todas luces incestuosa entre Ángel y su madre (Lola Gaos).
Y, sin embargo, buena parte de los conflictos que atenazan a los personajes están latentes, de modo que no es sino a través de elipsis que se dan a entender momentos cruciales de la trama, lo cual convierte al espectador en sujeto activo que debe ir llenando mentalmente los huecos para darle sentido al conjunto. Baste decir que Ángel es un ser retraído, castrado por el carácter dominante de la figura materna, todo ello enmarcado en un ambiente rural de España profunda que deja entrever ciertos elementos de cuento de hadas (algo muy propio, por lo demás, en la filmografía del coguionista Gutiérrez Aragón). A este respecto, Ángel y Milagros tienen algo de Hansel y Gretel, mientras que la adusta Martina vendría a ser una especie de bruja maligna.
Ni que decir tiene que, agonizante Franco, la censura se propuso masacrar la película, básicamente cortando las escenas de los desnudos y, en especial, la insólita imagen, entre pueril y ridícula, que se ofrecía de todo un Gobernador Civil y Jefe Provincial del Movimiento (interpretado por el propio Borau en sustitución de López Vázquez, que se cayó a última hora del proyecto). Por fortuna, y tras haber sido rechazado en Berlín y en Cannes, el filme pudo verse finalmente en el Festival de San Sebastián, donde cosechó un éxito rotundo de crítica (y más tarde de taquilla) que lo catapultó hasta convertirlo en el clásico de nuestro cine que es hoy.
Hola Juan!
ResponderEliminarMe dejo huella siendo mas joven. Amarga y gris, como su tiempo...
Saludos!
Descarnada, pero necesaria en aquel entonces. Y valiéndose de unos símbolos que conectan de pleno con otros filmes anteriores como "La caza" (1965) de Saura.
EliminarSaludos.
Entonces es un clásico, no la conocía. Que tema con la dictadura. Acá fueron solo un puñado de años y 30 mil desaparecidos. Que hijos de puta. Saludos.
ResponderEliminarYa lo creo que es un clásico, JLO: ¡y de los imprescindibles! Estará disponible (totalmente gratuita) en la web de RTVE hasta el próximo viernes. Yo si fuera tú aprovecharía para verla: te permitirá hacerte una idea bastante precisa de la España profunda.
EliminarSaludos.
És una pel·lícula que costa de veure ja que s'ha biocotejat sovint i, avui, no pas pel tema polític sinó perquè es va saber, no sé si és cert, que s'havia mort realment un gos que sembla un llop, em va agradar que la recuperessin. Els qui no els coneixien van 'recuperar' Lola Gaos i Ovidi Montllor, que havia fet teatre però que aleshores va ser reclamat sovint pel cinema, malauradament en papers una mica recurrents.
ResponderEliminarLa sensibilitat que hi ha avui en dia envers el maltractament animal fa que algunes escenes d'aquesta pel·lícula siguin difícils de pair, és cert. Però, tot i així, continua essent una obra mestra.
EliminarUno de los grandes logros del cine español de todos los tiempos. No cabe imaginarla sin la interpretación de Lola Gaos, la fotografía de Luis Cuadrado o, incluso, el cartel diseñado por Iván Zulueta.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ciertamente. Como decía otro de los eslóganes de la época, se trata de "una película española... significativa".
EliminarUn abrazo.