Título original: Il vangelo secondo Matteo
Director: Pier Paolo Pasolini
Italia/Francia, 1964, 137 minutos
El evangelio según San Mateo (1964) de Pier Paolo Pasolini |
No tenéis que pensar que yo haya venido a traer la paz a la tierra: no he venido a traer la paz sino la guerra. Pues he venido a separar al hijo de su padre, y a la hija de su madre, y a la nuera de su suegra; y los enemigos del hombre serán las personas de su misma casa. Quien ama al padre o a la madre más que a mí, no merece ser mío; y quien ama al hijo o a la hija más que a mí, tampoco merece ser mío. Y quien no carga con su cruz y me sigue, no es digno de mí. Quien a costa de mí conserve su vida, la perderá; y quien perdiere su vida por amor mío, la volverá a hallar.
Pier Paolo Pasolini
Del guion de El evangelio según San Mateo
Traducción de Antonio Gallifa
A Pasolini le bastó un puñado de actores no profesionales y un recital de primeros planos de sus rostros ajados para, como Jesús con los panes y los peces, materializar un milagro fílmico que resiste incólume el paso del tiempo. Porque su personal visión del evangelio insufla vida en unas palabras que son testimonio fehaciente del tránsito por la tierra de un profeta y su posterior Pasión, resurrección y ascenso a las alturas.
En ese sentido, Il vangelo secondo Matteo bebe de una iconografía perfectamente reconocible que va desde la pintura del Renacimiento hasta los misterios y representaciones de origen medieval que, aún hoy, inundan las calles de no pocas localidades (Esparreguera, Elche...) durante la Semana Santa. Aunque le añade, también, ingredientes heterodoxos de muy diversa procedencia que, lejos de desentonar, encajan a la perfección en el conjunto.
La madre del cineasta (centro) interpretó a la Virgen María |
Son, básicamente, melodías (espirituales negros, cantatas de Prokofiev, blues de la América profunda, misa Luba congoleña…) que, unidas a la música de Bach, configuran el trasfondo sonoro idóneo para que un Mesías español (Enrique Irazoqui, actor fetiche de los directores de la Escuela de Barcelona) profiera sus invectivas contra los fariseos que infestan el mundo.
Y es que un marxista como Pasolini tenía por fuerza que presentar a Jesús de Nazaret como una especie de revolucionario ecuménico, dispuesto a pedir que amemos a nuestro prójimo con la lengua afilada de un líder subversivo. Pero antes que comunista Pasolini es un poeta. Y es ahí, precisamente, donde radica el verdadero interés de su cinta: en cómo logra captar con la cámara la belleza de los campos de Apulia, adoptando un paradójico punto de vista que sería, a la vez, profundamente esteticista y de una sacralidad primitiva no exenta de criticismo.
No deja de ser curioso que fuese un ateo quien filmase la mejor película que se ha hecho sobre Jesucristo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ateo o no, lo cierto es que el cine de Pasolini desprende una cierta espiritualidad en muchas de sus películas (por ejemplo, en "Mamma Roma" (1962).
EliminarSaludos
Que tal Juan!
ResponderEliminarDe vez en cuando reviso películas que en su momento no acabaron de entusiasmarme, esta es una de ellas. La vi hace bastante tiempo y la verdad que la copia tampoco ayudaba.
Saludos!
Hombre: se trata de una película que va muy ligado al contexto del Concilio Vaticano II, con una puesta en escena y un estilo muy de aquel entonces que hay que tener en cuenta para disfrutarla. Pero, con todo y con eso, sigue siendo una obra maestra indiscutible.
EliminarUn abrazo