Título original: À bout de souffle...
Director: Jean-Luc Godard
Francia, 1960, 90 minutos
Al final de la escapada (1960) de Jean-Luc Godard |
La piedra fundacional de la Nouvelle Vague. Que es tanto como decir del cine moderno. Una película fresca, dinámica, por la que no pasan los años. À bout de souffle es una pareja charlando en el cuarto de un hotelucho parisino; es Jean Seberg vendiendo ejemplares del New York Herald Tribune por los Campos Elíseos; es Belmondo, envuelto entre volutas de humo, pasándose el pulgar por los labios, una y otra vez, como haría su ídolo Bogart.
Y todo parece como de broma. Porque lo más importante, y de ahí su modernidad, no radica tanto en qué se cuenta, sino en el cómo: por ejemplo ese montaje entrecortado, repleto de insertos y citas de todo tipo (Faulkner, Mozart, Dylan Thomas, los cines de reestreno, Hiroshima mon amour, la propia presencia de Jean-Pierre Melville en el reparto...) o un guion mínimo que apenas se daba a conocer a los actores justo antes de cada toma. En definitiva, el nacimiento de la cultura pop y su collage de influencias diversas.
Surgidos de las páginas de Cahiers du Cinéma, los Godard, Truffaut y Chabrol irrumpían en el panorama fílmico con una carta de presentación antiacademicista cuyas limitaciones presupuestarias eran, al mismo tiempo, su máxima virtud. Por eso rodaban en plena calle, con luz natural y sin maquillaje, valiéndose de una silla de ruedas para llevar a cabo los trávelin. Jóvenes rebeldes, pero muy inteligentes, dotados de una cultura cinéfila que se echa de ver enseguida.
Una historia de amor con final trágico, un fait divers extraído de las páginas de la crónica de sucesos y reelaborado hasta convertirlo en film noir. El encanto de À bout de souffle reside, precisamente, en el atrevimiento de su puesta en escena. Más aún: en la subversión de las normas de la narrativa convencional para acabar alumbrando un nuevo estilo, en apariencia sencillo (incluso improvisado), que es uno de los mayores logros de la Posmodernidad.
Que tal Juan!
ResponderEliminarIconica con mayúsculas. Como bien has comentado los años la engrandecen. Absolutamente irrepetible.
Saludos de verano!
Tan "irrepetible" que quienes han querido copiar a Godard se suelen estrellar en el intento.
EliminarSaludos.
Quan l'he tornat a veure, després dels anys, m'ha decebut, no li acabo de veure la gràcia, dec ser jo.
ResponderEliminarPerò és que això acostuma a passar gairebé sempre, Júlia. Amb les pel·lícules, amb els llibres... Probablement perquè tendim a idealitzar el bon record de la primera vegada.
EliminarSiempre he tenido la impresión de que si a Godard le quedó una película tan revolucionaria es porque no sabía cómo hacer cine y decidió inventárselo. Más adelante, pulió su estilo copiándose a sí mismo. Bueno, da igual, es un título imprescindible y hermoso.
ResponderEliminarUn abrazo.
Por esa regla de tres, cualquiera podría ser Godard... ¿De verdad crees que semejante portento fue fruto del azar, Ricard? A mí me da la sensación de que estamos ante un caso similar al de Picasso en pintura: alguien que sería capaz de hacer películas convencionalmente academicistas, pero que, sin embargo, opta por crear un nuevo lenguaje artístico.
EliminarUn abrazo.
Hola Juan, te comento acá ya que esta es la única película que vi de las últimas que has reseñado... ¡Cuánto cine pendiente! ¡voy a tener que anticipar mi jubilación!
ResponderEliminarNo suelo pintar exactamente por encargo, pinto lo que me gusta a mí y si después gusta a alguien más bienvenido sea. Pero me gusta que me recomienden temáticas o climas, por eso estoy intrigado... ¿de qué película te interesaría que pinte? ¿qué actor o actriz o escena o director?
Si querés escribime un mail a frodoblog@hotmail.com y lo conversamos.
Abrazos Juan, y muchas gracias por tu interés
Vemos qué sale.
Hombre, no sé: quizá algún elemento alusivo a "À bout de souffle". Por ejemplo, un primer plano del rostro de Belmondo pasándose el pulgar por los labios. Pero que conste que sólo es una sugerencia.
EliminarTomo nota, amigo Juan. Tiene cara para ser pintado y con esa expresión. Sí señor!
EliminarDe hecho, hasta hubo una campaña publicitaria de Martini que se inspiró en ese gesto: https://www.youtube.com/watch?v=Oveq0ND-C64
EliminarPD: Que sale ne el sentido de "que queda finalmente" no en el sentido de "cuánto cuesta, dinero" eh jajaja no quiero que se malinterprete.
ResponderEliminarSí, tranquilo: ya te comprendí.
EliminarSaludos.