Título original: Trois couleurs: Rouge
Director: Krzysztof Kieślowski
Suiza/Francia/Polonia, 1994, 99 minutos
Tres colores: Rojo (1994) de Krzysztof Kieślowski |
Con Rojo no sólo se cierra una trilogía, y aun la retrospectiva que la Filmoteca de Catalunya le ha dedicado a Krzysztof Kieślowski (1941–1996), sino que la película supuso su testamento fílmico, toda vez que el cineasta polaco, quien había asegurado que daba por concluida su carrera, fallecería apenas dos años después del estreno.
Como ya sucediera en La doble vida de Verónica (1991), la protagonista volvió a ser la actriz Irène Jacob, convertida ahora en una modelo de pasarela que, accidentalmente, atropella a la perra de un viejo juez jubilado (Jean-Louis Trintignant). El hombre, un tanto misántropo, vive parapetado en su domicilio particular, desde donde se dedica a espiar a los vecinos.
Tal vez consciente de que estaba rodando su último filme, Kieślowski recupera en él toda una serie de elementos recurrentes que aparecen dispersos a lo largo de su filmografía. Sobre todo en lo tocante a los caprichos del destino, tema que abordara, a principios de los ochenta, en El azar (1981). Sólo que, en esta ocasión, la suerte que aguarda a sus personajes, aun siendo accidentada, no parece tan cruel.
Si Azul se inspiraba en la idea de libertad y Blanco en la de igualdad, Rojo explora, siempre desde el particular enfoque de su director, el concepto de fraternidad. Que hará que dos personas en apariencia tan distintas terminen por compenetrarse hasta el punto de que sus respectivas trayectorias vitales, tras haber discurrido por vías paralelas sin ellos saberlo, acaben finalmente convergiendo.
Que tal Juan!
ResponderEliminarRecuerdo ver esta trilogia en el cine. Vagamente me acuerdo de algunos detalles, si recuerdo un momento en el que la protagonista pasa al lado de un muro de piedra y va rozando los nudillos. No volvi a verlas.
Siempre interesantes todas estas entradas. Desde luego es el blog mas prolífico que conozco...jeje
Saludos y feliz semana!
Hola, Fran:
EliminarEl detalle que mencionas pertenece a "Azul" y la actriz que se deja, literalmente, la piel era una jovencísima Juliette Binoche: ¿sabías que en esa escena, para que resultase más verídica, rozó los nudillos de verdad contra la pared? ¿Y que las heridas que se hizo tardaron casi un año en cicatrizar? ¡Hay que ver qué sacrificada es la vida de actor!
Gracias por tus comentarios y hasta pronto.