Director: Laurent Tirard
Francia, 2016, 98 minutos
Un hombre de altura (2016) de Laurent Tirard |
Comenta el crítico de El Periódico a propósito de Un hombre de altura que es una película "tramposa", quizá olvidando que toda manifestación cinematográfica lo es en esencia: 24 fotogramas por segundo, unidos a la persistencia retiniana: nuestra imaginación hace el resto. Se permite igualmente decir que el remake francés "repite todos los defectos de su modelo" argentino. Bueno, vamos a ver: al margen de lo subjetivo de la apreciación, lo realmente importante a la hora de valorar una película de semejantes características es no perder de vista con qué finalidad fue concebida.
Un homme à la hauteur se enmarca en lo que podríamos llamar comedia romántica. Es decir, tiene que ser forzosamente "caricaturesca" e incluso algo superficial, ya que su comicidad suele basarse en unos estereotipos que son los que el espectador luego espera encontrar. El problema viene cuando se pretende juzgarla con los mismos parámetros que aplicaríamos al cine de autor. Pero ni Laurent Tirard aspira a ser Bergman (Ingmar) ni su última película es El séptimo sello (ni falta que hace).
Lo que no puede negar nadie es que la pareja protagonista tiene encanto, la cámara los quiere: Virginie Efira ya destacó en 20 años no importan (20 ans d'écart, dirigida en 2013 por David Moreau), filme con un planteamiento similar a este, sólo que allí su pareja era pequeña en años. Y ¿qué decir a estas alturas (no es ironía) de Jean Dujardin y esa sonrisa que lleva encandilando a medio mundo desde el éxito de The Artist? Juntarlos en un mismo proyecto es asegurarse el éxito comercial, el equivalente en el siglo XXI de lo que supusieron Cary Grant y Deborah Kerr décadas atrás.
Si tanto en El pequeño Nicolás (y su secuela: Les vacances du petit Nicolas, 2009 y 2014, respectivamente) como en Astérix & Obélix: Al servicio de Su Majestad (2012) Laurent Tirard adaptaba éxitos editoriales, lo que afrancesa ahora es el Corazón de león (2013) de Marcos Carnevale. En ambos casos, películas que más que "condenar la discriminación social recurriendo al tipo de chistes crueles que incitan a ella" nos hablan de personas con el sano propósito de hacernos pasar un buen rato. Que ella sea abogada y él arquitecto son datos intrascendentes, como lo es su poder adquisitivo. Es más: si son guapos y ricos es porque ello aporta la nota de glamour necesaria en toda comedia romántica que se precie.
Y que tanto Diane como Alexandre deban superar prejuicios y complejos de todo tipo para lograr sacar adelante su relación se debe sobre todo a generar situaciones divertidas que muevan a risa al espectador. A fin de cuentas, Un homme à la hauteur no es ni de lejos cine social: como mucho se queda en reverso de El increíble hombre menguante.
Virginie Efira (Diane) y Jean Dujardin (Alexandre) |
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