martes, 7 de junio de 2016

La mano del diablo (1943)




Título original: La main du diable
Director: Maurice Tourneur
Francia, 1943, 78 minutos

La mano del diablo (1943) de Maurice Tourneur


El cineasta francés Bertrand Tavernier (Lyon, 25 de abril de 1941) visita estos días la sede de la Filmoteca de Catalunya en el Raval con motivo de un miniciclo que, parafraseando el título de su película de 1989 La vie et rien d'autre, lleva por nombre "El cinema i res més".

La primera de las dos sesiones en las que ha participado hoy (amén de la rueda de prensa que ha concedido esta mañana) tenía por objeto presentar la insólita producción francesa de corte fantástico La mano del diablo (La main du diable, 1943), adaptación de una novela de Gérard de Nerval que llevó a cabo el guionista Jean-Paul Le Chanois (1909–1985) y cuya puesta en escena fue dirigida por Maurice Tourneur (1876–1961).

Puede que estos nombres no nos digan gran cosa hoy en día y ello es, en buena medida, debido a que los gustos cinematográficos de los miembros de la Nouvelle Vague (en especial los de Truffaut) iban por otros derroteros. De ahí que en su reciente documental Voyage à travers le cinéma français (2016) Tavernier haya aprovechado para reivindicar, mediante un trabajo de montaje, algunos títulos de culto del cine francés de los cuarenta.

Brissot (Pierre Fresnay) "pintando" uno de los óleos de Maximus Léo


Con el entusiasmo que le caracteriza, Tavernier ha ido desgranando la trayectoria de Maurice Tourneur en Hollywood durante el periodo mudo, para pasar después a exponer cómo se creó la productora Continental-Films ya en plena ocupación nazi. Fundándola, el objetivo de Goebbels no era otro sino producir películas anodinas carentes de crítica social para el entretenimiento de las masas. Y así fue en la mayoría de casos, aunque con la salvedad de un puñado de buenos filmes que incomprensiblemente le pasaron por alto a la censura.

El hombrecillo (Palau) frente a un cuadro de estilo goyesco


Le Chanois, comunista y judío, llevó a cabo con La mano del diablo una sutil alegoría del régimen de Vichy, ya que esa endiablada extremidad que primero reporta un año de beneficios a Roland Brissot (Pierre Fresnay) para después hipotecar gravemente su existencia nos hace pensar ipso facto en el colaboracionismo que mantuvo el Mariscal Pétain con  Hitler.

Brissot en el juicio final


Son apenas 78 minutos de intenso enredo que desembocan en un juicio muy sui géneris donde tienen cabida los antiguos propietarios de la mano: un mosquetero, un juglar, un boxeador, un monje... Este último "eslabón de la cadena" es Maximus Léo, el autor de los exitosos cuadros atribuidos a Brissot y, por ende, el único y legítimo propietario de la mano...

Tras la proyección, buena parte de los asistentes (Tavernier incluido) se han trasladado de la sala Laya a la Chomón, donde (a su vez) se ha procedido a hacer lo propio con Salvoconducto (Laissez-passer, 2002): la visión que del periodo histórico arriba comentado ofreció el mismo Bertrand Tavernier.

Bertrand Tavernier (derecha) y Esteve Riambau (izquierda)

Tavernier (derecha) durante la presentación. Riambau (izquierda)
ha ejercido de improvisado traductor simultáneo

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