Título en español: Mira el mar
Director: François Ozon
Francia, 1997, 52 minutos
Regarde la mer (1997) de François Ozon |
Escrito y dirigido por François Ozon, el mediometraje Regarde la mer (1997) ofrecía una desgarradora mirada íntima sobre la soledad y la alienación. La trama gira en torno a una misteriosa joven llamada Tatiana (Marina de Van) que irrumpe inesperadamente en la casa junto al mar adonde Sasha (Sasha Hails) pasa las vacaciones estivales en compañía de su hija de apenas un año. Tras acoger a la recién llegada y conforme vayan transcurriendo los días, la anfitriona tendrá ocasión de comprobar el extraño comportamiento de su huésped, lo cual genera una atmósfera inquietantemente perturbadora.
Valiéndose hábilmente del aislamiento del entorno físico y su falta de comunicaciones, el cineasta francés transmite una fuerte sensación de angustia. A este respecto, la mayor parte de la película se desarrolla en un espacio reducido, casi claustrofóbico, en el que los personajes permanecen atrapados. Así pues, el uso del silencio y las miradas prolongadas crean una tensión palpable, por lo que el espectador es testigo del deterioro de la relación entre Sasha y Tatiana a medida que la acción avanza.
En última instancia, tampoco la escena del bosque, con ese punto de encuentro frecuentado por desconocidos que se dan allí cita para mantener relaciones sexuales, preludiando lo que años después relataría Alain Guiraudie en L'inconnu du lac (2013), arroja una imagen excesivamente halagüeña de un mundo repleto de individuos cuya frustración les empuja a saciar sus instintos a costa de los demás.
Por todo ello, se puede concluir que Regarde la mer vendría a ser un atípico drama en torno a la incomunicación en la sociedad contemporánea. A tal efecto, Ozon nos desafía a examinar determinadas dinámicas humanas (como la hospitalidad o el instinto maternal) y a cuestionar la aparente normalidad de esas relaciones sociales. De ahí que, aunque la película puede resultar incómoda, sea precisamente dicha incomodidad la que provoca una reflexión profunda sobre la fragilidad de nuestras conexiones emocionales.
No he visto el film, pero por lo que refieres, está en la línea del realizador.
ResponderEliminarDigamos que contiene, en ciernes, lo que irá desarrollando a lo largo de su prolífica carrera.
EliminarBuen ciclo que estás viendo del bueno de Ozon. Las tramas en las que llega alguien para desestabilizar la situación siempre me atraen especialmente. Del director tengo en la recámara Bajo la arena, Gotas de agua sobre piedras calientes y Swimming Pool. Algunas ya las has reseñado.
ResponderEliminarSaludos!
Me apetecía revisar a fondo la filmografía de uno de los directores más interesantes del panorama actual. Y ya ves: misión cumplida. Me falta, eso sí, ver sus cortos, pero lo dejaré para otra ocasión.
EliminarSaludos.