sábado, 18 de febrero de 2023

Robin y Marian (1976)




Título original: Robin and Marian
Director: Richard Lester
EE.UU., 1976, 107 minutos

Robin y Marian (1976) de Richard Lester


Hay ocasiones en las que la ficción parece tan hecha a la medida de los protagonistas de una historia que las circunstancias de los personajes encajan perfectamente con las de sus intérpretes. Tal fue el caso de Sean Connery y Audrey Hepburn en Robin and Marian (1976), recreación de lo que pudiera haber sido la madurez del mítico arquero cuando, al cabo de los años, se reencuentra con su antiguo amor de juventud. 

Lo cierto es que tanto él, ahora convertido en un tipo medio calvo de poblada barba gris, como ella, metida a monja de clausura, son encarnados a la perfección por dos actores que para entonces ya habían dejado atrás el máximo esplendor de sus respectivas carreras (la Hepburn, de hecho, llevaba una década retirada de la interpretación, mientras que la imagen de Connery se hallaba lejos de la del apuesto Agente 007 que en su día le diera la fama).



Con un breve pero intenso papel, metiéndose en la piel del decrépito rey Ricardo Corazón de León, Richard Harris eleva el nivel interpretativo de la cinta hasta darle un cierto toque shakespeariano que le venía muy bien al enfoque riguroso, nada idealizado, con el que el director Richard Lester imagina una Edad Media de villorrios malolientes y llanuras polvorientas cuyos exteriores se rodaron íntegramente en España. Lo cual propició, dato curioso, que una jovencísima Victoria Abril (cuando aún firmaba con su verdadero nombre, Victoria Mérida Rojas) debutase con una fugaz aparición de inocente esposa del rey Juan (Ian Holm).

Tal y como plantea la trama, el guion de James Goldman aúna dos modelos en apariencia muy distintos. Uno sería el de la recreación histórica a lo Espartaco (Spartacus, 1960), con el grupo de forajidos entrenándose en las profundidades del bosque a las órdenes de Robin y Little John (Nicol Williamson) y a la espera de dar el gran golpe contra el poder del sheriff de Nottingham (Robert Shaw). El otro, más reflexivo, en torno a los vaivenes de una relación de pareja, remite a otro título también protagonizado por Audrey Hepburn: Dos en la carretera (Two for the Road, 1967). Sea como fuere, el caso es que el final, uno de los más emotivos que jamás se hayan filmado, aúna definitivamente los destinos de estos dos compañeros de viaje con una flecha que apunta hacia el infinito y un primer plano de unas manzanas maduras, casi podridas, que ya habían aparecido al principio del filme y que representan una metáfora explícita del final de la vida.



6 comentarios:

  1. Título merecidamente de culto y uno de los trabajos más equilibrados de Lester.

    Un abrazo.

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    1. Ya lo creo. La banda sonora de John Barry también contribuye enormemente a crear esa atmósfera crepuscular.

      Un abrazo.

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  2. Una de las mejores películas sobre el personaje, por su originalidad, por la música que mencionas, por sus interpretaciones, en fin, por todo en general.
    Yo guardo especial cariño para la película, pues algunas escenas están ambientadas a los pies del castillo de Villalonso, bien conocido por mi.

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    1. Hombre, claro: olvidé especificar en la entrada que buena parte de los exteriores se rodaron en tierras zamoranas.

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  3. Hola Juan!
    Nada que añadir a tu estupenda entrada. Película con mayúsculas. La cara de Connery en el poster es digna de aparecer en las monedas.
    Desde luego con todas las entradas que llevas sobre este famoso personaje ya te has ganado un doctorado...jeje
    Saludos y feliz semana!

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    1. Gracias, Fran: ya van quedando menos. Aunque cuanto más busco más encuentro.

      Saludos.

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