martes, 14 de febrero de 2023

Las paredes hablan (2022)




Director: Carlos Saura
España, 2022, 75 minutos

Las paredes hablan (2022) de Carlos Saura


Una primera sorpresa nada más acceder a la sala 4 de los cines Boliche: quince espectadores en total, cuando el promedio a esas horas tan intempestivas de la sobremesa (hoy martes ni siquiera es el día del espectador) suele estar muy por debajo de dicha cifra. No nos engañemos: el reciente fallecimiento de Carlos Saura, a los 91 años y en vísperas de recibir el Goya de Honor, está suscitando un insólito interés por Las paredes hablan (2022), la que de momento es (mientras no salga a la luz su proyecto inconcluso sobre Bach) la última película estrenada en vida por el director aragonés. Ya lo dijo Jardiel Poncela: "Si queréis los máximos elogios, moríos".

En todo caso, la reflexión que aquí se lleva a cabo en torno al arte rupestre y sus vinculaciones con el arte urbano de hoy en día merecen sobradamente la pena por sí mismas. En especial porque se ha contado con el testimonio directo de auténticas autoridades en la materia, desde Miquel Barceló hasta el paleontólogo Juan Luis Arsuaga. A juicio de este último, por ejemplo, nuestra verdadera revolución como especie residió en haber cobrado consciencia de que somos seres mortales. Lo cual supuso un despertar que marca, entre otras cosas, el inicio del pensamiento abstracto y, por ende, de la creación artística.



Es esa capacidad fabuladora del ser humano, precisamente, la que hace del creador un ser único, ya se trate de los cavernícolas que pintaron primitivas escenas de caza en las cuevas de Altamira o Chauvet o, por contra, de los grafiteros que en la actualidad dejan su impronta en los callejones de cualquier gran ciudad. La pulsión, en ambos casos, parte siempre de una misma necesidad.

Resulta curioso, ya por último, constatar ciertos paralelismos entre este documental y los últimos trabajos de otra insigne cineasta, la francesa Agnès Varda, quien en Caras y lugares (Visages villages, 2017) llevaba a cabo una aproximación a la obra del fotógrafo y artista callejero JR muy similar a lo que Saura ha hecho al filmar en acción al no menos excepcional Suso 33.



6 comentarios:

  1. Saura siempre, hasta el final, buscando nuevos caminos y acariciando proyectos originales.

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    1. Ciertamente: el legado que deja tras de sí resulta portentoso.

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  2. Hola Juan!
    Tengo que verlo. No conocía la cita de Poncela, es brillante.
    Saludos!

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    1. En realidad se trata de su epitafio. Y aunque Saura no haya muerto olvidado, como le ocurrió a Jardiel, sí que sorprende el interés repentino por su obra cuando, una semana antes, la misma sala, donde se exhibe su última película, estaba prácticamente vacía.

      Saludos.

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  3. Interesante la analogía con otra obra de (mucha) madurez de la gran Agnès Varda.

    Un abrazo.

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    1. Parece hecho a propósito. Incluso Saura interviene como un personaje más, como ya hiciera previamente la cineasta francesa.

      Un abrazo.

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