domingo, 23 de octubre de 2022

Las más famosas estafas del mundo (1964)




Título original: Les plus belles escroqueries du monde
Directores: Hiromichi Horikawa, Roman Polanski, Ugo Gregoretti, Claude Chabrol y Jean-Luc Godard
Francia/Italia/Japón/Holanda, 1964, 124 minutos

Las más famosas estafas del mundo (1964)


Es posible que el reclamo de la nómina de directores participantes en este filme de episodios no se corresponda con la calidad de la mayor parte de historias narradas. En todo caso, Les plus belles escroqueries du monde (1964) giraba en torno a una temática que bien pudiera justificar la sensación de hallarse ante uno más de dichos fraudes, en esta ocasión cinematográfico. Las diferentes partes que integran la película fueron las siguientes:

Los cinco benefactores de Fumiko (Les cinq bienfaiteurs de Fumiko)

El japonés Hiromichi Horikawa (1916–2012), quien anteriormente había ejercido como ayudante de dirección de Kurosawa, sitúa la acción de su episodio en Tokio. La geisha protagonista vive obsesionada con poseer un valioso collar de perlas y cuando un viejo compositor con pinta de ser muy rico (su dentadura de platino así parece indicarlo) entra en la órbita de la muchacha, ésta creerá haber dado con la clave para obtener los fondos necesarios...

El collar de diamantes (La rivière des diamants)

Curiosamente, el segmento dirigido por Polanski quedó fuera del montaje final a petición del propio cineasta, ya que, al parecer, éste no habría quedado muy satisfecho del resultado. Sea como fuere, el argumento, coescrito junto a Gérard Brach y acompañado por la música de Komeda, plantea los ardides de una turista francesa (Nicole Karen), de vacaciones en Ámsterdam, a la hora de sacar partido de su opulento amante y así hacerse con la preciada joya que da título al episodio.



La hoja de ruta (La feuille du route)

Ugo Gregoretti (1930–2019) nos lleva hasta el casco antiguo de Nápoles para contar las tribulaciones de una prostituta (Gabriella Giorgelli) dispuesta a casarse con un anciano del hospicio con tal de evitar que la policía la expulse de la ciudad.

El hombre que vendió la Torre Eiffel (L'homme qui vendit la Tour Eiffel)

El episodio de Chabrol es, quizá, el más divertido de cuantos integran este filme. Un coleccionista alemán tan rico como corto de miras se deja liar por el despiadado Alain des Arcys (Jean-Pierre Cassel) y su equipo de colaboradores (por allí pulula también una jovencísima Catherine Deneuve), quienes orquestan el más estrambótico de los timos que jamás se haya visto al venderle la mismísima Torre Eiffel. La que se arma cuando el crédulo señor Humlaupt (Francis Blanche) pretende acceder, sin pagar entrada, a lo que él considera su propiedad es de padre y muy señor mío...

El gran timador o El falsificador caritativo (Le grand escroc ou Le faux monnayeur charitable)

Por último, la aportación de Godard, rodada en Marrakech, añade una nota nostálgica de la mano de Jean Seberg, la musa que protagonizara, junto a Belmondo, el debut cinematográfico del hoy ya desaparecido cineasta suizo. Equipada con su cámara de súper-8, la reportera norteamericana Patricia Leacock (Seberg) se adentra por las callejuelas de la ciudad hasta dar con un tipo de lo más peculiar (Charles Denner), mitad filósofo, mitad falsificador.



10 comentarios:

  1. Película irregular, coincido contigo, el mejor segmento es el de mi admirado Chabrol (¿Quiénes quedan de la nouvelle vague?).

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    1. ¿Que quiénes quedan? ¡Todos! Sus películas son inmortales.

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  2. Recuerdo los dos últimos, el de Chabrol porque, en efecto, es muy divertido y el de Godard por la presencia siempre magnética de Seberg.

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    1. El de Polanski también tiene su miga, aunque se ha difundido poco.

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  3. Esta no la he visto, y no será que no me gusten las películas de episodios de los sesenta.

    Un abrazo.

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    1. Normal: no es ni la más célebre ni la más conseguida de las películas de dicho formato.

      Un abrazo.

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  4. No he tenido el placer de leerla todavía. Saludos

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  5. Hola Juan!
    No conocía esta película. Siempre me han interesado las tramas con estafas de por medio, se agradece el enlace.
    Hablando de timo, ayer precisamente me vi "Mi tío Jacinto", acabo de leer tu entrada sobre la película (siempre aprendo algo nuevo), no se si la tienes muy fresca, ¿recuerdas el timo con la guía telefónica y el cuadro? Me pareció brillante.
    Saludos!

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    1. Ya lo creo que recuerdo esa escena, tan ilustrativa, por otra parte, de nuestra picaresca. "La necesidad agudiza el ingenio". O eso, al menos, es lo que se suele decir en estos casos.

      Saludos.

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