Título original: Stimulantia
Directores: Hans Abramson, Hans Alfredson, Arne Arnbom, Ingmar Bergman, Tage Danielsson, Jörn Donner, Lars Görling, Gustaf Molander, Vilgot Sjöman
Suecia, 1967, 105 minutos
Los estimulantes (1967) |
Lo más granado de la cinematografía sueca se dio cita en Stimulantia (1967), película de episodios (ocho en total) en torno a la idea genérica de las cosas que nos proporcionan placer. Ni que decir tiene que cada cineasta, tanto en la presentación previa de los cortos como en su propio desarrollo, afronta el reto desde ópticas muy distintas, si bien acaba prevaleciendo una cierta visión humorística, cuando no sarcástica, a propósito del tema. A continuación desglosamos los títulos y sinopsis de cada segmento.
1. El descubrimiento ("Upptäckten"), de Hans Abramson
Tras dejar claro que son el sexo y las drogas lo que él entiende por "estimulantes", el director opta por viajar a su infancia como homenaje al hombre que divirtió a tantas generaciones: Charlie Chaplin. Aparte de imágenes de archivo pertenecientes a una visita que el cómico, ya septuagenario, realizó a Suecia, Abramson se traslada a Londres en busca del barrio que vio nacer al genial artista. Sin embargo, el tiempo y el progreso han borrado su recuerdo y ya casi nadie sabe dónde se encuentra Pownall Terrace.
2. Érase una vez dos amantes... ("Det var en gång två älskande..."), de Jörn Donner
Donner se propone llevar a cabo una película pornográfica fuera de lo común: una pareja se instala en la habitación de un hotel. Ella (Harriet Andersson) le dedica todo tipo de cuidados a su chico (bañarlo, afeitarlo, cepillarle los dientes...), pero cuando ambos ya están limpios, él prefiere resolver una jugada de ajedrez en lugar de ir a la cama.
3. Confrontaciones ("Konfrontationer"), de Lars Görling
Después de hacer referencia a una intrincada teoría del filósofo Wittgenstein acerca del lenguaje, Görling sitúa la acción de su episodio en el circuito automovilístico de Le Mans.
4. Daniel, de Ingmar Bergman
Contrariamente a lo que cabría esperar, la aportación de Bergman es una de las más sencillas de la película: grabaciones domésticas en las que la cámara capta la vida cotidiana de su hijo de cuatro años. Según confiesa él mismo en la presentación del episodio, para el célebre cineasta sueco nada hay más estimulante que el rostro de Daniel.
5. Birgit Nilson, de Arne Arnbom
La popular cantante de ópera que da título a este fragmento ha proporcionado cuantiosas veladas placenteras a su público. En esta ocasión, la soprano interpreta una de las especialidades de su repertorio: el aria "Mild und leise wie erlächelt" de Tristán e Isolda.
6. Los beneficios de la castidad ("Dygdens belöning"), de Hans Alfredson y Tage Danielsson
Basada en un relato de Balzac, la historia expone el caso de una joven lavandera que dice haber sido violada por uno de sus clientes. Afligida, la muchacha acude a casa de un viejo abogado en busca de asesoramiento jurídico.
7. El collar ("Smycket"), de Gustaf Molander
El plato fuerte de la película lo protagonizan la mítica Ingrid Bergman y el bergmaniano Gunnar Björnstrand. Se trata de una adaptación del memorable relato de Maupassant en el que una mujer pierde el valioso collar que le han prestado para asistir a un baile. A consecuencia de esta fatal circunstancia, tanto ella como su marido pasarán varios años abrumados por los intereses derivados de haberle comprado otro collar a la propietaria.
8. La negra en el armario ("Negressen i skåpet"), de Vilgot Sjöman
El más surrealista de los episodios tiene lugar en el domicilio de un matrimonio que, como todas las mañanas, se levanta para ir al trabajo. Lo sorprendente es que una misteriosa joven habita en el interior de un ropero. ¿Será real? ¿Es una ilusión? En cualquier caso, el marido se las promete muy felices cuando su esposa se marcha a la oficina y él se queda solo en el apartamento.
Estas películas de episodios tienen gran atractivo cuando están hechas por gente de nivel como es el caso.
ResponderEliminarSí, aunque ésta en concreto tira más hacia la comedia y la sátira de costumbres.
EliminarHola Juan!
ResponderEliminarDesde luego resulta interesante la propuesta, esa foto en la bañera con la maquinilla me ha traído buenos recuerdos...
Saludos!
Vaya, vaya, Fran... Mejor no preguntar qué recuerdos son esos (je, je).
EliminarSaludos.