Título original: Misantropen
Director: Ingmar Bergman
Dinamarca, 1974, 115 minutos
El misántropo (1974) de Ingmar Bergman |
Je veux que l’on soit homme, et qu’en toute rencontre
le fond de notre cœur dans nos discours se montre,
que ce soit lui qui parle, et que nos sentiments
ne se masquent jamais sous de vains compliments.
Molière
El misántropo
Cuando Molière estrena Le Misanthrope, el 4 de junio de 1666, es ya un hombre fatalmente enfermo y abandonado por todos. Sentimientos que marcarán, irremediablemente, el carácter de su protagonista, un Alcestes al que la hipocresía que percibe a su alrededor le provoca una profunda aversión hacia la humanidad en su conjunto.
El sueco Ingmar Bergman sentía verdadera predilección por este personaje, tal vez porque él mismo, recluido en su guarida de la isla de Fårö, era también un poco misántropo. En todo caso, el montaje de Misantropen que ideó en 1974, bajo los auspicios de la televisión estatal danesa, respeta escrupulosamente lo que vendría a ser una puesta en escena clásica.
Así pues, los diez actores que componen el reparto se alinean sobre el escenario del Teatro Real de Copenhague para recitar impecablemente la traducción en verso de Peter Hansen. No se aprecian, por tanto, excesivas filigranas ni en los decorados ni en el juego escénico, si bien el vestuario respeta de forma escrupulosa la moda del siglo XVII. Academicismo que se aplica hasta el más mínimo detalle. Por ejemplo, esa especie de maestro de ceremonias que dará paso a los intérpretes, al final de la obra, golpeando su vara sobre las tablas, tal y como se hacía antiguamente.
Por lo demás, poco se puede añadir a propósito de las peripecias del protagonista, arquetipo del individuo enfrentado a la sociedad por culpa de su enfermizamente rígida concepción de la honradez. Planteamiento que, en manos de Bergman, adquiere tintes cuasi ascéticos al presentar a Alcestes (Henning Moritzen) como un sujeto pesaroso siempre vestido de negro.
Todo un clásico llevado a la escena por el maestro sueco.
ResponderEliminarUn excelente tratado sobre los inconvenientes que puede acarrear el decir siempre la verdad.
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