Título original: Banditi a Orgosolo
Director: Vittorio De Seta
Italia, 1961, 96 minutos
Bandidos de Orgosolo (1961) de Vittorio De Seta |
Las almas de estos hombres aún son primitivas. Lo que está bien según su ley no lo es para la del mundo moderno. Para ellos sólo cuenta el vínculo de la familia, de la comunidad. Todo lo demás es incomprensible, hostil. También el Estado, representado por la policía y las cárceles. De la civilización moderna conocen sobre todo las escopetas. Las usan para cazar, para defenderse, pero también para atacar. Se pueden transformar en bandidos de un día para otro, sin ni siquiera darse cuenta.
De no haber sido por Scorsese, en su faceta de cinéfilo empedernido, es muy probable que Banditi a Orgosolo (1961) siguiese durmiendo el sueño de los justos en el que permaneció inmersa durante décadas la filmografía del siciliano Vittorio De Seta (1923–2011). Conocido, inicialmente, por sus cortometrajes documentales (entre ellos Pastori di Orgosolo, de 1958, germen del filme que nos ocupa), ésta su ópera prima recibiría diversos galardones en el Festival de Venecia.
Son sus protagonistas, según se advierte en los títulos de crédito iniciales, actores no profesionales, habitantes de las escarpadas regiones del interior de la isla de Cerdeña, un lugar en el que la lucha por la vida depende, en buena medida, de los constantes trapicheos a los que se ven abocados los pastores con tal de eludir la continua presión de los carabinieri.
De todos modos, y a pesar del inequívoco sesgo etnográfico de la puesta en escena, la voz de todos los intérpretes ha sido convenientemente doblada, quizá para dotar a la cinta de un mayor empaque cinematográfico aun a costa de perder algo de autenticidad en el retrato de unas gentes marcadas por el mal endémico de la miseria.
Por contra, la excelente fotografía en blanco y negro del propio De Seta, unida a la belleza inconmensurable del paisaje sardo, constituyen el principal atractivo de una obra maestra que indaga en lo más profundo de la condición humana. A este respecto, la película refleja un mundo en vías de extinción cuyos valores chocan frontalmente con los intereses de un progreso que amenaza con destruir formas de vida milenarias.
Una historia tremenda para una hermosa película.
ResponderEliminarCruda como las áridas tierras donde se rodó. Me impactó desde la primera vez que la vi, hace un montón de años en la Filmoteca.
ResponderEliminarHola Juan!
ResponderEliminarGracias por traerla. El poster ya impresiona.
Saludos!
Hola, Fran. Si nunca has visto esta película, lánzate de cabeza porque se trata de una obra maestra.
EliminarSaludos.