domingo, 11 de mayo de 2025

La princesa prometida (1987)




Título original: The Princess Bride
Director: Rob Reiner
EE.UU., 1987, 98 minutos

La princesa prometida (1987) de Rob Reiner


"Hola: Me llamo Íñigo Montoya. Tú mataste a mi padre. Prepárate a morir". Pocas frases han alcanzado tanta notoriedad en el cine de los últimos decenios como esta ya célebre réplica de The Princess Bride (1987), título de culto pese al carácter inicialmente comercial de una cinta en la línea de otros productos ochenteros igualmente fantasiosos como Dentro del laberinto (1986) o La historia interminable (1984). Aunque, a decir verdad, lo que se proponía Rob Reiner a la hora de adaptar el relato homónimo de William Goldman era más bien resucitar el espíritu aventurero de las producciones de capa y espada de la época dorada del Hollywood clásico. Motivo por el que tal vez los protagonistas masculinos de la cinta lucen todos ellos ese característico bigotito a lo Errol Flynn.

Así pues, burlándose de los clichés del género al mismo tiempo que los celebraba, la industria pretendía recuperar parte del encanto de sus orígenes, motivo por el que volvería a insistir en planteamientos por el estilo, caso de la fábula en clave alegórica Big (1988), comedia fantástica al servicio de Tom Hanks y dirigida por la malograda Penny Marshall, quien a su vez (curiosa forma de cerrar el círculo) había estado casada con Rob Reiner.



Por lo demás, estamos al mismo tiempo ante una obra cuyo carácter a medio camino entre lo histórico y lo paródico, con ciertas dosis de romanticismo, sentaría las bases de ulteriores éxitos de taquilla como, por ejemplo, Robin Hood: Príncipe de los ladrones (1991) o la mismísima saga iniciada con Shrek (2001). Un regreso a la magia de los cuentos infantiles que, en el caso que nos ocupa, se enmarca en la entrañable relación que se establece entre un nieto enfermo (Fred Savage) y su abuelo (Peter Falk). Vínculo que, además, se irá volviendo cada vez más estrecho conforme avance la lectura de ese libro tan fascinante que ha hecho las delicias de sucesivas generaciones de la misma familia.

Un guion brillante a base de diálogos repletos de líneas memorables ("Como desees", "¡Increíble!", "Jamás te rindas" o la ya mencionada frase de Íñigo) se encargaría del resto, dando lugar a una combinación perfecta de comedia, aventuras y romance. En ese sentido, el núcleo de la trama reside en los avatares a que deberán hacer frente Buttercup (Robin Wright) y Westley (Cary Elwes) para poner a salvo su amor de las continuas maquinaciones del malévolo Príncipe Humperdinck (Chris Sarandon) y del trío de bandidos liderado por Vizzini (Wallace Shawn). Elementos que la banda sonora de Mark Knopfler, candidata al Óscar a mejor canción original por el tema "Storybook Love", en la voz de Willy DeVille, envuelve con una acertada nota de ensoñación.



6 comentarios:

  1. Una estupenda adaptación que conserva la magia que tiene el relato literario.

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    1. No he leído el relato, pero la película tiene sin duda su encanto.

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  2. Me sabe mal reconocerlo: nunca la he visto.

    Un abrazo.

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    1. Tu sinceridad te honra. Te animo, pues, a que la descubras.

      Un abrazo.

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  3. Es una pequeña maravilla, que captura perfectamente el tono de la novela de William Goldman (que es incluso superior a la película). Es al mismo tiempo una parodia de los cuentos de hadas y un cuento que funciona por si mismo, algo muy difícil de conseguir.

    Pd: Muchas gracias por enlazar mi blog!

    Saludos.

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    1. De nada, hombre: no hay de qué. Te animo a que hagas lo propio.

      Saludos.

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